sábado, 24 de marzo de 2012

I promise.

Juré que no lo haría. Juré que sonreiría más. Juré que sería feliz.
¿He cumplido algo de eso? Juré que no te mentiría, asi que te diré la verdad. No, no lo he cumplido. Te juré que no lloraría, y en las últimas semanas, lo he echo. Sí, he sonreido, pero no de verdad, o al menos casi nunca de verdad. Ah, lo último lo he cumplido a medias. El día 12 fui feliz. Muchisimo. Fue lo mejor que me ha pasado desde que empezó el año, pero esa felicidad ha durado tan solo unos pocos días. Era hora de volver a la realidad y salir de mis ensoñaciones, por eso la felicidad acabó. En fin, y resumiendote todo, he fallado en mis promesas. Créeme, no es fácil cumplir todo eso. Y lo siento. Lo siento porque así no conseguiré ser feliz o sentirme mejor. Seguiré siendo débil, seguiré tropezandome constantemente sin derramar lágrimas para luego ahogarme con ellas. Seguiré creyendo en cosas que no tienen sentido para otras personas, aunque para mí eso es sea lo que me ayuda a seguir avanzando. Seguiré luchando contra mi misma. Seguiré perdiendo. Y así continuamente, hasta que algún día, las promesas que te haga, se cumplan. Me tendrás día si y día también merodeando por aquí y escribiendote frases sin sentido alguno. De momento lo único que te puedo prometer es que seguiré teniendo fé en que algún día, por fin, las cosas vayan mejor.

Gracias por escucharme, una vez más.



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